Description

En la llanura de Kazakdarak, todos los caminos confluyen en un punto, y allí es donde mora Kokutoboh. Lo curioso es que por mucho que te desvíes siempre pasas por él. De hecho, algunas lenguas hablan que él “es” todo el desierto.

Al llegar, es más grande de lo que imaginabas. Crea una sombra alargada que te protege del sol asesino mientras hablas con él.

—Cuéntame algo divertido. Los humanos que vienen saben una cosa que se llama “chiste”.

Sorprendido, le cuentas uno de los mejores chistes que tienes y cuando terminas, un temblor de tierra sacude el suelo. Los caminos se agrietan y Kokutoboh abre la boca lentamente, tragando toneladas de tierra.

Escapas, y en la distancia, comprendes que aquel estremecimiento brutal era una carcajada.