Description
A pesar de su terrible aspecto, es amable y educada. Estás al borde de una piscina cuya agua es un líquido espeso y naranja, sentado en una silla oxidada y compartiendo un plato de exquisitas delicias con Rajah (delicias para ella, claro) cuando la avisan de que tiene que dejarte marchar.
Se levanta y aúlla de tal manera que crees que vas a desmayarte. Corre hacia dentro del palacio retorcido, descuartizando al mayordomo que nos servía de camino.
Con un sudor helado impregnando tu frente, prosigues tu camino.